Bilbao, 14 de junio de 2022. El holandés Jef Montes, el israelí Tal Maslavi y el vizcaíno Asier Quintana Villa han recibido este martes, respectivamente, los premios del VIII Concurso Bilbao International Art&Fashion BIAAF al Mejor Diseño de Prenda de Vestir y al Mejor Diseño de Accesorios, dotados ambos con 10.000 euros, y el Premio Iñaki Azkuna al Mejor Diseñador Emergente Vasco, dotado con 5.000 euros. El Edificio La Terminal, en la renovada zona creativa de Zorrozaurre, ha sido escenario de la entrega de los premios de esta edición, acto al que han asistido, entre otros, el alcalde de Bilbao, Juan Maria Aburto; la Diputada Foral de Promoción Económica de Bizkaia, Ainara Basurko; el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Otxandiano, la concejala del Área de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao, Itxaso Erroteta, y la Directora del Área de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao, Idoia Uriarte.

Los ganadores de las tres categorías han sido elegidos de entre las más de 1.300 propuestas de jóvenes promesas de 92 países distintos que se presentaron al concurso, por un jurado internacional presidido por Javier Alonso Socio de Let’s Grow in Fashion y Lifestyle Business Angel, con representantes del grupo LVMH, Vogue o el Museo Balenciaga, así como por destacadas diseñadoras de moda españolas como Miriam Ocariz y Mercedes de Miguel eligió en mayo los 30 finalistas del certamen.

Los 30 trabajos finalistas podrán verse hasta el 19 de junio en una exposición única en el Edificio La Terminal.

Esta edición ha estado marcada por referencias artísticas y culturales como el Pop Art de Andy Warhol y Roy Lichtenstein, la novela ‘1984’ de George Orwell, la película ‘Inception’ de Christopher Nolan, las esculturas móviles de Alexander Calder, el Dadaísmo o el Arte Performativo. Las propuestas recibidas, de hecho, han puesto de manifiesto este año que “la moda es sobre todo un medio de expresión artística y creativa”, destaca la organización.

Las 30 colecciones finalistas reflejan las inquietudes y esperanzas de estos jóvenes creadores, muchos de ellos alumnos de prestigiosas universidades y escuelas de moda del mundo (Parsons, FIT, Central Saint Martin’s, London College of Fashion, Shenkar, Universidad Kyoto Seika, KADK, Real Academia de Bellas Artes de Amberes, Polimoda, IED…).

A pesar de los increíbles diseños que resultaron finalistas de esta edición, solo tres de ellos lograron conseguir los tres premios que se entregaban esa noche.

El premio al Mejor Diseño de Prenda de Vestir fue para Jef Montes (Países Bajos – ArtEZ University of the Arts). El holandés se hizo con el primer premio por su colección Marinero. Fabricado por la lluvia, Marinero es una obra que se inspira en el crecimiento de las flores y plantas. El mar y el agua han estado muy presentes en su trabajo, pues Jef Montes ha utilizado nuevos materiales y técnicas en la elaboración de Marinero. Desde materiales de algas para crear hilos y teñir prototipos a filamentos de materiales inteligentes, todo ello unido en un diseño provocador e innovador que ha creado formas en 3D únicas.

En la categoría de accesorios, Tal Maslavi (Israel) del Shenkar College of Engineering and Design se hizo con el premio al Mejor Diseño de Accesorios. Una colección de accesorios rompedora, basada en la cínica realidad en la que vivimos que trata de desafiar y repensar las cosas del mundo, así describía el artista su obra. Inspirados en el dadaísmo, los accesorios de la colección tratan de reflejar el cinismo y la poca claridad del tiempo en el que nos ha tocado vivir.

El último premio de la velada al Mejor Diseñador Emergente Vasco, lo recibió Asier Quintana Villa, estudiante de la Royal Danish Academy, por su colección Logela. El diseñador vasco se inspiró en la combinación del Arte de Performance y del proceso de diseño para dar forma a una colección que explora cinco emociones asociadas con el dormitorio: miedo, raíces, refugio, creatividad y autodescubrimiento. Asier empleó distintas tonalidades de negro en el proceso que le ayudaron a contar una historia a través de las diversas texturas de cada prenda. Esa combinación de materiales y tonalidades resultan en un proyecto innovador que deja entrever las técnicas de sastrería aplicadas.