enero 27, 2018

Descubre el talento de Cristóbal Balenciaga gracias a Google Arts & Culture

Gracias a Google Ars & Culture descubrimos el impresionante legado de Cristóbal Balenciaga que sigue inspirando hoy día a los diseñadores emergentes.

La alta costura en las décadas centrales del siglo XX fue la máxima expresión de una experiencia lujosa y específicamente femenina. Un mundo de exclusividad y exquisitez en torno a las creaciones, diseñadas por los couturier y realizadas mediante métodos artesanales, a los códigos de etiqueta, que marcan el proceso de compra, y a los contextos sociales en los que se exhiben creaciones y clientas. Cristóbal Balenciaga es considerado el maestro de la alta costura y su contribución sirve como punto de referencia final.

Cristóbal Balenciaga revolucionó el concepto del vestir y de la silueta femenina. Para él, la perfección era una obligación y sus extraordinarias habilidades técnicas facilitaban la tarea. Como resultado de su personalidad innovadora, buscó una mayor simplicidad y pureza en las formas. Fue aclamado por la diseñadora de moda Coco Chanel como «el único auténtico couturier entre nosotros, capaz de diseñar, cortar, montar y coser un vestido de principio a fin».

Cristóbal Balenciaga merece el título de «El Maestro» debido a la perfección de sus creaciones y a su habilidad para adelantarse a su tiempo, creando un nuevo lenguaje técnico y visual para la silueta femenina. Su trabajo ha resistido la prueba del tiempo y resulta incluso aún más relevante hoy en día.

Lujo significa cosas diferentes para distintas personas: singularidad, exclusividad, declaración de estatus social… en el mundo de la alta costura de la maison Balenciaga significaba además tener acceso a la elegancia, a la confianza en sí mismo y al realce de la figura sin renunciar por ello a la comodidad o a la funcionalidad. Todo ello funcionaba a través de una cuidadosa elección del tejido, del corte y del diseño.

Las clientas de Balenciaga eran mujeres de alto nivel social: grandes fortunas del mundo financiero e industrial, aristócratas, artistas, intelectuales y diplomáticas. Una élite social que atribuía gran importancia a su vestuario como símbolo externo de su personalidad, estatus y estilo de vida, siguiendo e incluso a veces creando los códigos de vestimenta que regían la mayoría de las interacciones sociales.

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