junio 21, 2020
César Rodríguez Salinas, el guardián del arte
Entrevistamos a César Rodríguez Salinas, Experto Conservador Textil en el Kunstmuseum Den Haag (La Haya, Países Bajos)
Quizás la profesión de conservador de arte es una de las menos visibilizadas… ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo? ¿Cómo decidiste este camino?
La profesión de conservador-restaurador de bienes culturales es una profesión exigente la cual necesita de un constante aprendizaje y desarrollo profesional. Desde el conocimiento científico (como los materiales constituyentes de las obras de arte, así como sus procesos de degradación presentes), pasando por el técnico (como son los estudios exhaustivos de las técnicas artísticas empleadas por el artista) hasta llegar al estudio histórico (contexto social en el que se desarrolla la obra de arte) todas ellas serán las herramientas a llevar a cabo por un conservador restaurador a la hora de enfrentarse tanto a un bien mueble (escultura, pintura, fotografía, grabado, textil) como inmueble (arquitectura). Y es precisamente aquí, donde mis caminos personales se encuentran con los profesionales.
Criado en un ambiente familiar textil, tuve la gran fortuna de aprender desde muy pequeño el valor de los objetos textiles, siendo la 5 generación (tras más de 100 años) conectado al gremio textil. Sin embargo, a diferencia de mis antepasados, mi labor no radicará en la confección de nuevas prendas de vestir sino en la salvaguarda de la historia y de los objetos artísticos.
Esto será precisamente lo que me posibilitará viajar al pasado y encontrarme -a través del estudio de los materiales- con las personas que en su día los vistieron así como con la mente creativa que una vez los diseñó.
El 1 de junio reabren los museos de Bilbao. Especialmente el BBAA, lo conoces muy bien, participaste en la organización de la exposición «Los años 50. La moda en Francia». Cuéntanos, ¿cómo fue esa experiencia?
El museo de Bellas Artes de Bilbao fue uno de los primeros museos donde pude descubrir, desde muy pequeño, la belleza de la arquitectura neoclásica así como las grandes tradiciones artísticas a través de los grandes artistas plásticos vascos. Es un museo que ha ido creciendo de la mano de la ciudad, adaptándose a todos los cambios que la urbe ha ido sufriendo con el transcurso de los años, convirtiéndose en una de las colecciones más importantes del panorama museístico nacional.
Gracias a mi trabajo final de carrera, llevado a cabo de la mano de los profesionales del departamento de conservación y restauración del museo, pude descubrir el talento de Cristóbal Balenciaga a través de la retrospectiva que el museo realizó en colaboración con la Fundación Cristóbal Balenciaga y Gobierno Vasco en el año 2010. Esta primera exposición de moda realizada en el museo me permitió observar de primera mano el grandísimo talento del diseñador vasco y descubrir la belleza de la alta costura, a través de los vestidos allí conservados.
Unos años después, la exposición Los años 50. La moda en Francia (10.03.15 – 31.08.15) me posibilitó volver a Bilbao y reencontrarme con antiguos colegas para llevar acabo este proyecto tan ambicioso traído de la mano de Miren Arzalluz junto con los objetos pertenecientes de la colección del Palais Galliera de Paris.
Observar el resultado final, tras varias semanas de duro trabajo, fue muy especial tanto por las reacciones de las personas así como por la perfecta armonía en la que los vestidos (Dior, Balenciaga, Givenchy, Lanvin, Cardin) conectaban con las obras de las salas de antiguo del museo.
En «Kunstmuseum Den Haag de la Haya» sois expertos en Mondrian… dicen que el icónico vestido salvó la carrera de Yves Saint Laurent en 1965… . ¿Qué relación encuentras entre arte y moda?
El Kunstmuseum Den Haag, alberga un depósito total de más de 150.000 objetos artísticos, desde pintura, escultura, fotografía así como objetos de artes decorativas. De todos ellos, 45.000 son exclusivamente artículos de moda y textil, convirtiéndolos en una de las colecciones más extensas de los Países Bajos. Sin duda, la colección de Mondrian es una de las más importantes, tanto por extensión como por diversificación, ya que recorre la obra del artista plástico desde sus inicios hasta su final.
Sin embargo, la colección de Mondrian no solamente se puede observar a través de la pintura, ya que los diseños característicos llevados a cabo por este artista fueron igualmente trasladados a otras expresiones artísticas como la moda. Diseñadores como Yves Saint Laurent (1965) o Francesco Bandini (1991) entre otros, plasmaron las características composiciones del pintor holandés en sus diseños, todos ellas hoy conservadas en las dependías del museo.
Fue precisamente en el año 1965 cuando se presento, con motivo del congreso celebrado «the relationaship between fashion and art», la última colección del diseñador Yves Saint Laurant (colección otoño invierno 1965) en las salas de exposición del museo junto con las pinturas del artista neerlandés. Estos vestidos fueron presentados a prensa de la mano de las trabajadoras del antiguo Kostuummuseum junto a las obras del artista.
Sin embargo, no sería hasta el año 2014 de la mano de la curator Madelief Hohé quien accediera a la adquisición de uno de estos vestidos, cuya composición se basaría en un fondo blanco con líneas negras y un recuadro de color rojo en la parte superior izquierda.
A pesar de que actualmente varios son los museos que conservan diferentes vestidos pertenecientes a esta colección, pocos de ellos resultan ser los modelos originales llevados a cabo por YSL en 1965. Sin embargo, el vestido conservado en el kunstmuseum de Den Haag tiene el mérito de pertenecer al grupo de los originales, siendo precisamente aquí, donde mi trabajo me permite estudiar la diferencia entre los originales y las copias a través del estudio de los materiales presentes.
En una reciente entrevista, señalabas los días 1 y 2 de octubre 2020 como una fecha clave…
En unos pocos meses se celebrará el I Congreso Internacional sobre la figura del diseñador Cristóbal Balenciaga en Getaria. Este primer congreso permitirá reunir a diferentes profesionales del sector donde se presentarán los últimos estudios llevados a cabo sobre la figura del modisto. Y es que a pesar de haber sido estudiado una y mil veces, su legado sigue siendo infinito y a través del estudio de sus obras nos siguen apareciendo nuevas fuentes de información que nos permiten comprender su grandeza.
Es para mi un lujo poder reencontrarme con Balenciaga y presentar nuestro ultimo proyecto de investigación llevado a cabo junto con la bordadora e historiadora del arte Nadia Albertini así como un innumerable de instituciones y coleccionistas privados que nos han ayudado a interpretar toda la información necesaria para entender el proceso creativo de la chaqueta bolero conservada en el Kunstmuseum Den Haag (1946).