Este proyecto explora un estado emocional de mi pasado, concentrándome en la imagen de una chica, congelada, en una postura extraña, encapsulada en un material pegajoso que la impide moverse. Utilicé técnicas de montaje y fruncido para conseguir volúmenes extremos y diversidad de texturas así como estampados mediante serigrafía.
Un sentimiento interno de tener excesiva atención por parte de la gente, que me hace sentir como que literalmente se cuelgan de ti. Utilicé imágenes de miel y cera, marcas e insectos, especialmente moscas, que parece se han quedado pegadas en una sustancia pegajosa y fría.
Organza, silicona, colorante alimentario color marfil.