abril 22, 2018
Goya y la corte ilustrada
La exposición de la que habla todo Bilbao y que solo podrás ver hasta el 28 de mayo en el Museo de Bellas Artes.
Tras formarse en Zaragoza e Italia, Francisco de Goya (Fuendetodos, Zaragoza, 1746 – Burdeos, 1828) se instaló en Madrid en 1775 y llegó a la corte de Carlos III para colaborar en los cartones para tapices con temas de caza para El Escorial. Su reconocimiento llegaría años después al ser nombrado, primero, pintor del rey (1786) y, más tarde, primer pintor de cámara (1799). Pero a pesar de su éxito en la corte, Goya no interrumpió la relación con su Zaragoza natal. La correspondencia con Martín Zapater, amigo de infancia, ilustra en gran medida esa relación con su círculo de familiares y amigos, al tiempo que aporta información fundamental sobre su desarrollo profesional. El préstamo extraordinario por parte del Prado de 13 cartas originales ofrece el contrapunto documental al Goya pintor de corte. Ésa es, precisamente, la tesis de esta exposición, que transita entre el éxito del pintor en las cortes de Carlos III y Carlos IV, y el recuerdo persistente de sus orígenes a través del contacto con sus íntimos.
Coorganizada por el Museo Nacional del Prado, la Fundación Bancaria «la Caixa» y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, Goya y la corte ilustrada se exhibe al público a partir de mañana, tras su paso por CaixaForum Zaragoza. Comisariada por Manuela B. Mena y Gudrun Maurer, jefa de Conservación y conservadora, respectivamente, del Área de Pintura del siglo XVIII y Goya, del Museo Nacional del Prado, reúne 96 obras, buena parte de las cuales (71, de las que 52 se corresponden con óleos y el resto, con documentación y artes decorativas) procede del Museo del Prado.
Se le suman préstamos del Museo de Bellas Artes de Bilbao (9 pinturas), así como del Museo de Arte de Ponce en Puerto Rico, el Museo de Zaragoza, la Fundación Colección Ibercaja, la Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y diversas colecciones privadas.
Además del núcleo de lienzos y cartones de Goya, la exposición se completa con obras de otros pintores relevantes del siglo XVIII -como Luis Paret, Mariano Maella, José del Castillo, Luis Meléndez, Antonio Carnicero o Lorenzo Tiepolo-, que contextualizan su trabajo y ponen de manifiesto la genial originalidad del aragonés. Por último, se ha añadido la mencionada correspondencia con Martín Zapater, así como miniaturas, estampas y varias piezas de artes decorativas.
Junto al extenso trabajo de restauración llevado a cabo con ocasión de la exposición, la investigación realizada aporta diversas novedades, como la presentación de un nuevo retrato y una miniatura de Martín Zapater, realizados por Goya y por Francisca Ifigenia Meléndez respectivamente, y la atribución a Agustín Esteve de una copia de un retrato perdido que Goya realizó a Ramón Pignatelli.
En Bilbao también se ofrecen novedades, como el lienzo Pantaleón Pérez de Nenín recién restaurado, así como la presentación contextualizada de la extraordinaria Vista de Bermeo de Luis Paret, recientemente adquirida por el museo.
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